
A continuación podéis leer la historia de aquel mítico encuentro entre el héroe más emblemático de la historia del cómic y el mejor boxeador de todos los tiempos. Clic en LEER ENTRADA COMPLETA y... ¡que comience el combate!
PREPARACIÓN
Lois Lane, Clark Kent y Jimmy Olsen están tratando de conseguir una entrevista con el boxeador Muhammad Ali, el campeón del mundo de los pesos pesados. Por un soplo que le han dado a Jimmy, saben que el campeón va a estar jugando al baloncesto en unas canchas de su barrio, y efectivamente lo encuentran allí. Ali parece dispuesto a darles la entrevista de buena gana, incluso Jimmy va a sacar unas fotos, pero una luz cegadora interrumpe el momento, y aparece ante ellos un alienígena.
Clark despista a la gente y se escabulle para convertirse en Superman, y descubre que, en el espacio, sobre la Tierra, cientos de naves alienígenas acechan con misiles destructivos e imparables a diferentes ciudades del mundo. La oferta de los alienígenas es muy sencilla: dicen ser una raza llamada scrubos, conocidos por ser grandes guerreros, y han puesto sus ojos en Muhammad, el campeón de la Tierra, y exigen una pelea entre él y su mejor guerrero. Superman insiste en ser él quien luche y discute con Ali, y los alienígenas deciden que ambos pelearán entre ellos para decidir quién luchará o la Tierra lo pagará con su destrucción. Tienen veinticuatro horas para prepararse para la pelea.
Superman se aleja con Muhammad a la Fortaleza de la Soledad, donde, en una sala especial donde el tiempo transcurre más despacio, comienzan a entrenar, y Ali le enseña las artes del boxeo.
Pero aún así, son interrumpidos pos los guerreros scrubos que les fuerzan a ir a su nave, donde el emperador escrubo, Rat-Lar, les presenta al adversario con el que se enfrentará quien gane de ellos dos: Hun’ya, un scrubo mejorado genéticamente para ser el mejor guerrero. Ali trata de enfurecerlo usando su habitual táctica antes de los combates. Y mientras son conducidos a sus habitaciones, Superman le dice a Muhammad en voz baja que tiene un plan…
PRELIMINARES
El día de la pelea, Jimmy Olsen es el encargado de retransmitirla. Parece que gracias a la expectativa creada por los scrubos, no hay rincón en la galaxia al que no vaya a llegar la señal del combate. Bajo el sol rojo del planeta en el que pelean, Superman está sin poderes y en igualdad de condiciones con Ali. Aparecen los dos contrincantes, Ali con su atuendo de boxeador y Superman que va a pelear con su traje habitual. El combate comienza, y al principio está igualado. Superman ha aprendido bien y su estilo es idéntico al de Muhammad, incluso conecta algunos buenos golpes contra el campeón. Pero la maestría de Ali se impone y pronto Superman empieza a recibir una terrible paliza. Golpe tras golpe, la cara de Superman va desfigurándose, pero el Hombre de Acero no cae a la lona, resistiendo como puede mientras sus seres queridos sufren con la visión de tal castigo. Muhammad lo machaca, pero Superman se queda de pie, con la cara destrozada pero sin caer. Cuando el árbitro-robot anuncia a Ali como ganador, Superman se desploma. Pronto sabremos que está muy grave y que puede morir si no lo envían a la Tierra, y el emperador Rat-Lar permite que al alba despegue una nave que se lleva a Superman.
PELEA ESTELAR
Ali se va enfrentar al guerrero scrubo en el combate que decidirá el destino de la Tierra. Ganar significa vivir; perder significa la destrucción del planeta. Ali fanfarronea que solo necesita cuatro asaltos para acabar con Hun’ya, en un combate que está arbitrado por la mismísima diosa de la sabiduría, Palas Atenea. El combate comienza y Ali planta cara al monstruo, aunque su superioridad es evidente. Mientras, el segundo entrenador de Ali, Bundini Brown, se cuela en las filas de los scrubos y deja KO a varios hasta poder llegar a una sala de despegue de naves. Alli vemos con asombro cómo se quita una máscara revelando que no es Bundini… ¡sino Superman! El Hombre de Acero está magullado y sin poderes, pero aún así logra engañar a las flotas scrubas haciéndose pasar por Rat-Lar para que den al vuelta, y consigue robar una nave y llegar a una zona donde recibe los rayos de un sol amarillo, recuperándose de inmediato. Entretanto sigue el combate entre Ali y Hun’ya. Ali parece haber sacado fuerzas de flaqueza, demostrando ser un gran campeón, y en un último golpe terrible, saca a su enemigo del ring y vence la pelea.
El público estalla de júbilo, pero el malvado emperador scrubo da la orden de destruir la Tierra igualmente, rompiendo su palabra. Lo que no sabe es que Superman está poniendo todo su empeño en destruir la flota de naves, y como un misil las atraviesa una a una y deja el ejército casi aniquilado, pero tal esfuerzo le deja inconsciente y flotando en el espacio. Furioso y vengativo, Rat-Lar ordena a las naves que quedan que arrasen el planeta, pero el perdedor, Hun’ya, destrona a Rat-Lar valorando la valentía y honor de los terrícolas, y la Tierra se salva. Superman es recogido, y cuando se recupera todos son llevados de nuevo a casa gracias al nuevo emperador Hun’ya.
LA DECISIÓN
Ya en la Tierra, Superman va a ver a Muhammad. Los dos alaban mutuamente: Ali es un gran campeón y Superman pudo orquestar el plan para detener lo que sabía que haría el miserable emperador scrubo, además de haberse jugado la vida soportando voluntariamente la paliza que le da Ali como parte del plan. Además, descubrimos que Ali sabe que Superman es Clark Kent, por un comentario sobre algo que ocurre con la cámara de fotos de Jimmy cuando se conocen en las canchas de baloncesto, y que supuestamente solo podían saber los presentes, es decir, Ali, Clark, Lois y Jimmy. Superman lo admite y le dice que ahora forma parte del secreto. Y al final, los dos campeones se dan la mano como buenos amigos. ¡Son los más grandes!
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