ACTION COMICS #8 (Junio 2012)Guión: Grant Morrison
Dibujo: Rags Morales (Parte 1) y Brad Walker (Parte 2)
Reseña de Juan Carlos Hernández
RESUMEN
Superman inicia una batalla campal contra Brainiac y su pupilo John Corben (alias Metallo) mientras la ciudad raptada y miniaturizada de Metroplis mira absorta el desenlace. Superman tiene serios problemas para contrarrestar los ataques descontrolados de un John Corben fuera de sí que está siendo controlado por Brainiac. Lex Luthor reconoce a Lois que la situación en la que se encuentran ha sido planeada por él mismo gracias al acuerdo con Brainiac, y con el objeto de salvarse de la destrucción que tiene pensada realizar Brainiac en la Tierra.
Durante la pelea, Superman choca con la ciudad de Kandor, provocando que su traje se transforme en un traje kandoriano. En uno de los lances de la batalla, John Corben consigue recuperar el control sobre su mente y, de esta manera, darle tiempo a Superman para recuperar de Metropolis la nave que lo trajo a la Tierra (que ahora es más pequeña que un dedal). Superman utiliza la nave para dispararla cual bala irrompible contra Brainiac y así vencerlo. Antes de caer exhausto, consigue dar la orden de restauración de Metropolis. Superman observa la Tierra desde la nave de Brainiac, ahora convertida en su lugar de descanso. (Resto de reseña y crítica con clic en LEER ENTRADA COMPLETA)
Clark, periodista del Daily Star, reflexiona si aceptar la oferta del periódico más grande de la ciudad: el Daily Planet. Llegada la noche, mantiene una conversación con la casera -la cual sabe su secreto-, en la que le confiesa que su secreto jamás será revelado. Como premio por haber salvado la ciudad, el alcalde, en un acto público, le entrega a Superman la llave de la ciudad de Metropolis. Ahora toda la ciudad confía y adora al superhombre que con anterioridad había sido perseguido, gracias a la proeza de salvar a la ciudad y a la Tierra de la amenaza de Brainiac y Metallo, que ahora se encuentra en una sala de recuperación del gobierno.
CRÍTICA
¡¡Uyyy que desenlace más cogido con pinzas!! A ver, me parece razonable que queramos presentar a personajes claves de la leyenda de Superman, pero ¿es necesario cargarse de un plumazo a uno de los villanos más fuertes y peligrosos del Hombre de Acero? La facilidad con la que Superman vence a Brainiac hace parecer que el Superman que, tan solo hace unos números, no era capaz ni de volar, ahora es capaz de matar a uno de los entes más inteligentes y potentes del universo DC. Por otro lado, la recuperación de Metropolis está muy levemente tratada. ¿Cómo puede ensamblarse una ciudad en el agujero que ha dejado sin que haya el mayor de los cataclismos conocidos? Este último punto lo obviaremos porque estamos hablando de un cómic de superhéroes.
El tema del traje/armadura robado por Superman en la sala de trofeos de Brainiac tiene su aquel. A ver, recapitulando: es capaz de automontarse, es indestructible, se adapta y ajusta a la persona que se lo pone llegando incluso a cambiar de color y montar el emblema del que lo lleva... Ahora, lo más llamativo es que es capaz de adaptarse a la situaciones -como podemos ver en este número- ya que, después de chocar con Kandor, el traje se convierte en un traje típico de Krypton. A mí estas nuevas propiedades del traje de Superman me gustan, qué queréis que os diga.
El dibujo de Morales es igual de malo, pero en este número hay algunas expresiones de Superman que me gustan, aunque Clark vuelve a dar pena. Juan Carlos Hernández (vaya, yo) quiere pedir disculpas públicas por haber comentado en la anterior reseña que preferiría el dibujo de Walker (dibujante de la historia de Steel) que el Morales. ¡¡Por Dios, qué error!! Las últimas páginas de este número son de Walker, y pese a su detallismo, las caras y las proporciones son horrendas.Sirva como ejemplo la esperpéntica última imagen con la que acompañamos esta reseña. Horror absoluto. Jurgens, ¿no te queda tiempo para dibujar también a Superman en Action Comics?
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