Cuando a Mel Brooks le preguntaron en una entrevista por qué se había atrevido a parodiar un clásico del terror como Frankenstein en El jovencito Frankenstein (1974), serio, muy serio respondió: "Muchacho, solo debes parodiar lo que amas y respetas". Quizá por eso el mundo de los superhéroes es recurrentemente parodiado. Quizá por eso sonreímos al ver una parodia de un hombre enmascarado, pero al acabar el sketch soñamos con volar, con arreglar el mundo con poderes sobrehumanos. Porque los amamos y respetamos. Y desde ese amor y respeto, El Gran Héroe Americano es una de las mejores parodias que sobre superhéroes jamás se han hecho.
He de confesar que me he resistido a volver a ver sus episodios en las últimas reposiciones que se han hecho de la serie (en Cuatro, a horarios intempestivos, y más recientemente en Localia). Sé que ya no lo vería con las gafas de la niñez, y que ahora en esta época sin alma de los efectos digitales, sus transparencias chapuceras harán reír a sus nuevos consumidores. O a lo peor, las desventuras del profesor Hinkley me parecerían ridículas y desfasadas.
He de confesar que me he resistido a volver a ver sus episodios en las últimas reposiciones que se han hecho de la serie (en Cuatro, a horarios intempestivos, y más recientemente en Localia). Sé que ya no lo vería con las gafas de la niñez, y que ahora en esta época sin alma de los efectos digitales, sus transparencias chapuceras harán reír a sus nuevos consumidores. O a lo peor, las desventuras del profesor Hinkley me parecerían ridículas y desfasadas.
El Gran Héroe Americano (The Greatest American Hero) fue una serie producida por la cadena estadounidense ABC entre los años 1981 y 1984, durante 3 temporadas con un total de 43 episodios (8, 22 y 13) y emitida en España en los veranos de 1984 y 1985. Al igual que le ocurriera a V, Los Visitantes, esta serie obtuvo más éxito en Europa que en USA, donde además de una no muy buena audiencia, tuvo toda clase de problemas extra-televisivos. Por ejemplo, comenzando un litigio que los dueños del copyright de Superman plantearon a los productores de la serie, al pensar que el personaje central de la misma era una copia del Hombre de Acero (e incluso de Flash); y acabando por tener que cambiar el nombre del protagonista de la serie (Hinkley) por Hanley en la segunda temporada, debido al enorme parecido del primero con el apellido de John Hinckley, el perturbado enamorado de Jodie Foster (El silencio de los corderos, Contact) que, el 30 de marzo de 1981, intentó acabar con la vida del entonces presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, en un intento por impresionar a la actriz objeto de sus obsesiones desde que la viera en Taxi Driver (1976).
Toda esta presión obligó a su productor, Stephen J. Cannell (El Equipo A, Renegado) a cancelar el proyecto a mitad de la tercera temporada, emitiendo solo 13 de los 17 episodios grabados. Y aunque Cannell siempre se mostró dispuesto a retomar el proyecto, se tropezó con la negativa del protagonista principal, William Katt (House, una casa alucinante), a volver a enfundarse las mallas rojas. Un posterior intento en 1986 de retomar la serie con una protagonista femenina (y que iba a llamarse The Greatest American Heroine) no pasó del episodio piloto. Luego lo comentaremos.
Pero vamos a la serie. El Gran Héroe Americano narraba las aventuras de un profesor de secundaria, Ralph Hinkley (William Katt) que, durante una excursión al desierto con los alumnos de su clase, y junto al agente del FBI Bill Maxwell (Robert Culp, El informe Pelícano) que, misteriosamente, tiene una avería en su coche justo en el mismo sitio, reciben la visita de unos extraterrestres. Ambos son elegidos para una misión: salvar la Tierra y a la raza humana de su propia autodestrucción. Para ello, hacen entrega a Ralph de un traje rojo calibrado genéticamente (es decir, que solo él puede usarlo) el cual está provisto de toda clase de superpoderes. Al agente Maxwell le hacen copartícipe y le asignan la tarea de ayudar al profesor en sus misiones. El problema surge cuando durante el viaje de regreso a la ciudad, el manual con las instrucciones del traje se pierde. A partir de ese momento, el profesor Hinkley será incapaz de saber y controlar los poderes del traje, por lo que sus "aterrizajes" no solían resultar de lo más ortodoxos, como seguro todos recordaréis, y se aportaba a la serie esa vis cómica a base de los intentos de ensayo y error de Ralph por dominar su supertraje.
Lo de dar tres pasitos y despegar, lo controlaba. Pero los aterrizajes acababan casi siempre en hostión.
Los poderes que le otorga el traje son múltiples. A parte de la capacidad de volar que comentábamos al hablar de sus divertidos aterrizajes, concedía invisibilidad, telequinesia, bastante invulnerabilidad, capacidad de ver imágenes de personas tocando un objeto suyo y un largo etc. En la cruzada de Ralph y Hill por salvar el mundo cuentan con la ayuda -en la primera temporada- de la novia de Ralph, la abogada Pam Davidson (Connie Selleca, Hotel), y de sus alumnos, entre los que cabe destacar a Rhonda Blake (Faye Grant, la Dra. Julie de V, Los Visitantes) y Tony Villicana (Michael Paré, El Experimento Philadelphia). Ya en la segunda temporada desaparecen los alumnos, Ralph y Pam contraen matrimonio, y les ayuda el hijo de ambos, Kevin (Brandon Williams).
Pero supongo que os preguntaréis: ¿y los puñeteros extraterrestres no volvieron nunca para darle a Ralph una copia del manual? Pues sí, lo hicieron. Pero justo le dieron una segunda copia a Ralph cuando estaba probando uno de los múltiples poderes del traje, hacerse microscópico, y al volver a su tamaño normal... volvió a olvidarse el manual. Tras este segundo intento, los extraterrestres, arrepentidos, desistieron de entregarle más copias de las instrucciones, y así siguió el pobre intentando arreglárselas solo durante el resto de la serie.
Una foto histórica: el reparto principal de El Gran Héroe Americano, Robert Culp, William Katt y Connie Selleca, reunidos en 2008 en la Comic Con de San Diego.
Como decíamos antes, después de la cancelación del show en 1984, en 1986 se intentó retomar la serie, pero ante la negativa de Katt de protagonizarla de nuevo, se dio un giro al guión y se introdujo a una protagonista femenina a la que Hanley entregaba su traje. Y diréis: ¿pero no estaba calibrado genéticamente para que solo él pudiera usarlo? Sí, así era. Pero según el guión, todo el mundo había descubierto la identidad superheroica de Hanley y éste se habían convertido en un personaje público, con lo que los extraterrestres volvían para pedirle que entregara su traje a otra persona, y él elegía a una chica, Holly Hathaway (Mary Ellen Stuart, una guapa actriz que fue Miss Arkansas en 1982 y que no hizo mucho más después de esto). El agente Maxwell seguiría siendo su compañero, con lo que se pretendía crear situaciones cómicas entre el veterano agente de la vieja escuela y la joven superheroína adolescente. Pero el episodio (que tanto podemos considerar un piloto de una nueva temporada nunca hecha o un epílogo a la serie original) fue considerado un fracaso por los productores y nunca se estrenó, aunque podemos encontrarlo en la edición DVD de la serie completa.
Y no, no me olvido del tema del opening de la serie, toda una banda sonora de aquellos maravillosos años. Tan solo dejaba lo mejor para el final. El tema musical se llama Believe It or Not y fue compuesto por Mike Post (música) y Stephen Geyer (letra) y cantado por Joey Scarbury. Fue todo un éxito en su época, y estuvo durante un tiempo como número uno en EE.UU. Terminemos este artículo recordando aquella fantástica presentación.
Un artículo de Francisco Javier Tolosa para www.supermanjaviolivares.net
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